viernes, 1 de mayo de 2015

El evangelio ante distintas audiencias


(Artículo publicado originalmente en este blog, el 12 de septiembre de 2009)

En el capítulo 17 del libro de los Hechos de los Apóstoles, encontramos distintos sermones predicados por un mismo evangelista, San Pablo. Es interesante analizar y reflexionar, aunque brevemente, sobre la forma en que el apóstol a los gentiles presenta el mensaje de Cristo en estas distintas oportunidades. Conviene que conversemos con el pasaje bíblico como lo haríamos con un amigo. Haciéndole preguntas: ¿en dónde?, ¿a quiénes?, ¿cómo?, ¿basado en qué?, ¿qué resultados hubo?

Veamos el primer mensaje. Este aparece a partir del versículo uno. Pablo se encuentra en la ciudad de Tesalónica, la cual contaba con una sinagoga, lugar de reunión cultual de los judíos, así como también de gentiles que simpatizaban con la religión judía. El predicador se encuentra en el recinto judío de culto. Tanto sus compatriotas como aquellos asistentes que simpatizaban con la religión judaica, iban ahí a escuchar la recitación y lectura del Antiguo Testamento, como también a elevar oraciones y escuchar cánticos al Dios único. Había pues una audiencia afable (por lo menos al principio), bien dispuesta a escuchar a un rabino plenamente entrenado en la exposición de las Sagradas Escrituras del antiguo pacto. Es por esto que Pablo toma como partida, y basa la exposición de su mensaje, en los rollos de La Ley, Los Profetas y Los Salmos (la triple división en que el pueblo judío conocía las escrituras antiguas). Esto lo encontramos en el versículo tres.