viernes, 21 de diciembre de 2018

Dos clases de adoradores en Navidad


“Después de nacer Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, he aquí llegaron a Jerusalén unos sabios procedentes del Oriente. —¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos? —preguntaron—. Vimos salir su estrella y hemos venido a adorarlo.... Luego Herodes llamó en secreto a los sabios y se enteró por ellos del tiempo exacto en que había aparecido la estrella. Les envió a Belén y les dijo:—Id e informaros bien acerca de ese niño y, tan pronto como le encontreis, informadme a mí para que también vaya yo y le adore.” (Mateo 2;1-8)


Las calles, centros comerciales, oficinas, casas, se adornan con motivos navideños. Arboles, esferas, listones. Los colores blanco y rojo se ven dondequiera. Se compran y se dan regalos. Largas filas para las tiendas departamentales. Posadas, canciones de la época, brindis. Todo mundo está preparado para celebrar un mismo acontecimiento: navidad. Pero, en esas multitudes encontramos dos clases de celebrantes navideños.

EL SUPUESTO ADORADOR (vv.7,8) “...tan pronto como le encontreis, informadme a mí para que también vaya yo y le adore

Obviamente sabemos que Herodes no quería adorar verdaderamente a Jesús, porque él era el rey de Judea y temía que Jesús le quitara el trono. Lo que deseaba verdaderamente al decir que “quería adorarle”, era deshacerse de Él, porque no quería que reinara en su lugar (Mateo 2;13-18).

Conocemos algunos datos acerca de este personaje por los relatos bíblicos, pero tenemos mayores detalles por el historiador judío Flavio Josefo, que delineo a continuación.